El salmo 127 es una hermosa canción de reflexión que nos invita a evaluar el tipo de acciones que estamos haciendo y por qué seguimos enfrascado en ello. Se puede visualizar como una oración, y es que de hecho así se emplea en nuestra liturgia actual. Con este salmo, aprenderemos a gritar a Dios por las razones correctas, tal como se lo mostraremos a continuación:
Salmo 127
1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda.
2 Por demás os es el madrugar á levantaros, el veniros tarde á reposar, El comer pan de dolores: Pues que á su amado dará Dios el sueño.
3 He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que hinchió su aljaba de ellos: No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
A lo largo de la historia cristiana hemos visto a los fieles seguidores de Dios entrar en un gran debate sobre cómo ha de ser la naturaleza de la gracia, la fe y las obras sagradas. Tanto en muchos libros de los apóstoles, como en lo de los Santos, se deja claro que la gracia de Dios siempre será el principio de nuestros pasos. Y aunque Dios invita a sus hijos para que se acerquen a Él y le den su amor y obediencia, debemos ser nosotros, los humanos y creyentes, quienes respondamos a su invitación. Y quizás algunos no saben cómo hacerlo. La verdad que es bastante fácil, solo haciendo las obras que Dios quiere que hagamos a lo largo de nuestra vida como seguidores.
El salmo 127 comienza con una excelente reflexión sobre cómo son las obras de Dios y qué es lo que quiere para nosotros. La analogía de la edificación de la casa es una forma de ver la sabiduría de Dios sobre las acciones que estamos realizando como humanos. Si Él no quiere que nosotros hagamos esfuerzo para construir una casa, entonces todo el proceso será en vano. Es decir, si Dios no nos está diciendo que obremos para conseguir esos resultados, entonces estamos obrando al vacío. Sin seguir una base fundamental de lo que es Dios.
El salmo continua con otra analogía de lo que quiere Dios y lo en vano que sería que siguiéramos un camino que Él no aprueba. Como levantarse temprano, yéndose acostar tarde trabajando, comiendo la comida ansioso, cuando en realidad Dios está en constante vigilia durmiendo a nuestro lado para que nada nos falte. La exageración continua de los actos solo es una vista más de que los humanos no sabemos interpretar la gracia de Dios correctamente. Él está siempre para nosotros, por lo que no debemos hacer cosas que no valen la pena. Si confiamos en Dios, en su poder y que todo lo que hace es certero, entonces estamos en el camino correcto.
Análisis del Salmo 127
Definitivamente, uno de los enfoques principales del salmo 127 es el trabajo. Nos habla del trabajo que debemos realizar y una casa que se ha de construir. Muchos pensarán que el principal trabajo de las personas es el que nos da una economía estable, pero en realidad es la cantidad de relaciones que vamos construyendo mediante crecemos. Con cada uno de nuestros familiares, amigos cercanos, conocidos de la universidad, vecinos, todo eso es trabajo a la hora de Dios. Lo que no es más que amarnos los unos a los otros y adorar a Dios por su grandeza eterna.
Con el salmo 127 se ve que algunas personas están más preocupadas de ganar, que lo que se pueda dar al otro. Si obramos de una manera egoísta, entonces estamos mal. Debemos mantener nuestras prioridades establecidas en el amor y el cariño hacia el prójimo. Aquellos que se encuentran casados han de mantener el núcleo familiar estable, criando a sus hijos para que sean unas personas de bien. Con una multitud de necesidades saldadas y deseos.
Al final, el salmo 127 no es más que una invitación a dejar que Dios construya nuestra casa, ya que esa si durará hasta el final. Si queremos tener una familia unida, que se apoye en los momentos más duros, y que no se caiga en los momentos de tensión, entonces hemos de dejar todo en mano de Dios. Pero por supuesto que también hemos de responder a su llamado, orando juntos, en la casa, en la iglesia. Donde sea, pero que sea en familia.
Este salmo presenta unas características importantes donde nos obliga examinar áreas importantes. Como la realización, seguridad y la familia. También se reconoce que solo Dios tiene el control de las tres. Termina con una necesidad de confiar plenamente en Él y ser humildes.
Explicación del salmo 127
Versículos del 1-5
La verdad detrás de los versículos 127 es que debemos mirar a Dios y dejar todo en sus manos. Así sea los asuntos, negocios, la familia y cada uno de sus problemas. Porque es una bendición que Dios se encuentre preocupado por nosotros. Si no reconocemos que esperamos su bendición, y trazamos planes que no se encuentra dictados por Dios, por más perfectos que sean, estos fracasarán. No encontraremos la corona de los éxitos.
En la mitad de los versículos, el salmo 127 habla sobre la seguridad de la familia, o también se puede interpretar como la ciudad. Algunos están ansiosos por comerse el mundo, y en busca de atención. Pero solo es una vida amarga y una carga para todos los demás. Todo sea por obtener dinero, dirán alguno. Si obramos de esa forma, sin atender los asuntos familiares correctamente, nada prosperará. Será Dios quien indique cómo ha de ser la vida en familia y cómo las personas deben amar. Hemos de usar la diligencia adecuada, poniendo todo cuidadosamente y dejando que tenga el éxito necesario sin dañar al otro. Por supuesto, siempre bajo el amor eterno de Dios encontrando la felicidad plena.