El salmo 144 es un escrito que parece ser una compilación de otros salmos, principalmente el 18. Esto no es algo inusual, ya que fácilmente podría adaptarse para un uso diferente. Pero, en términos generales, puede describirse como una oración de un Rey por la victoria y bendición dada por Dios. Tal como veremos a continuación:
Salmo 144
1 Bendito sea Jehová, mi roca, Que enseña mis manos á la batalla, Y mis dedos á la guerra:
2 Misericordia mía y mi castillo, Altura mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que allana mi pueblo delante de mí.
3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que de él conozcas? ¿O el hijo del hombre, para que lo estimes?
4 El hombre es semejante á la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa.
5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende: Toca los montes, y humeen.
6 Despide relámpagos, y disípalos, Envía tus saetas, y contúrbalos.
7 Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hijos de extraños;
8 Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira.
9 Oh Dios, á ti cantaré canción nueva: Con salterio, con decacordio cantaré á ti.
10 Tú, el que da salud á los reyes, El que redime á David su siervo de maligna espada.
11 Redímeme, y sálvame de mano de los hijos extraños, Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira.
12 Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como las esquinas labradas á manera de las de un palacio;
13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; Nuestros ganados, que paran á millares y diez millares en nuestras plazas:
14 Que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; Que no tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas.
15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto: Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
El salmo 144 pertenece a la colección de oraciones y alabanza del Rey, en el que el contexto se ubica en el regreso de los judíos del cautiverio babilónico. En general, el salmo contiene una mezcla de alabanza y oración. David, mientras se ensalza en términos muy altos, las grades misericordias que Dios le había otorgado, es dirigido al mismo tiempo, ya sea por consideración de las muchas pruebas que se enfrentarán en todo el curso de la vida humana. También puede que sea por la conexión que aún tenía con los hombres malvados, que toma su tiempo para rezar a Dios continuamente.
Existe una conexión directa entre este Salmo y el 18, en el que triunfan en todas partes, para liberar al reino que ha sido completamente sometido y los asuntos avanzan de manera prospera. Mientras que en el presente mezcla una o dos cosas que son indicativas de miedo y ansiedad. Lo anterior dado porque los enemigos restantes que le quedan a David le causan aprensión. Es ahí cuando David decide buscar a Dios en sus momentos de mayor aflicción, para alabarlo y buscar misericordia eterna.
Hay dos focos principales dentro del Salmo 144. El primero es el miedo que siente el salmista de ser abatido por sus enemigos que todavía le causan aprensión. El segundo es que experimenta una ansiedad inmensa por no encontrar el camino correcto de Dios. Como la mayoría de los salmos escritos por el Rey David, trata sobre una experiencia de su vida que termina en una reflexión u oración a Dios. El tono del salmo, así como las suplicas terminan cambiando de tono.
El salmo, tal como sucede con el 18, se encuentra escrito bajo las mismas circunstancias. Es decir, en un contexto donde el Señor libró de la mano de todos sus enemigos, y Saúl, al rey David. Lo que causó que este hiciera una alabanza al señor por las recompensas enormes. Se resalta la grandeza de Dios, insignificancia del hombre, Poder del señor, la alabanza que tienen que realizar los hombres y las bendiciones procedentes por todo lo bueno que tienen en la vida.
Análisis del salmo 144
Es evidente que este es un salmo de alabanza escrito por David, ya que celebra el favor de Dios en términos altos. El salmista no solo había obtenido el reino, sino que consiguió victorias importante frente a los enemigos que lo angustiaban. Cuando llama a Dios su fuerza, reconoce que todo el coraje que tuvo en cada una de las batallas, y posteriores victorias, la tuvo desde arriba.
No solo porque había sido hecho de un pastor que luego se convirtió en un gran guerrero, sino que la constancia y la perseverancia que había demostrado era un regalo enorme de Dios. Las palabras que aplica David en el salmo, ciertamente implican un reconocimiento de que, aunque tiene un espíritu guerrero, no nació para llevarlo a cabo.
El salmo está dirigido al Señor que es invocado y descrito como un Rey ante los ojos de David. Se expresa como la representación divina dominante en otros himnos de los salmos. Además, el centro espiritual del salmo está constituido precisamente por una celebración intensa y apasionada de la realeza divina. En ella se repite en cuatro ocasiones, como si indicara los cuatro puntos cardinales del ser y la historia, la palabra hebrea ‘malkut’. Lo que se puede traducir como reino.
El corazón principal del salmo 144 aparece en el centro de esta composición, donde se aborda la alabanza en oración del salmista. Este hace de portavoz de todos los fieles que adoran a Dios sobre todas las cosas, sobre todo una vez que te recompensa abatiendo a sus enemigos. La oración bíblica más elevada es, de hecho, la celebración de las obras que implican salvación y revelan el amor del Señor por sus criaturas. Por lo que, es normal que el nombre divino de Dios, es decir, su persona, se manifieste a lo largo de la oración.
Significado del salmo 144
Versículos del 1-8
Aquí David explica el carácter de Dios y lo que significó para él que fuese su compañía durante todas las batallas importantes. Lo describe como su fuerza, roca y salvación. Bendice una y otra vez al señor por traer eso a su vida, ya que David sabe de dónde vino la fortaleza de la buena batalla. Lo que se traduce en fe. Se deja claro que los enemigos de David, también son los enemigos de Dios, dado que los que obran mal, no pertenecen al camino del Señor.
Se ve un fuerte contraste entre la figura del hombre y Dios. En el que, por supuesto, no hay punto de comparación. El hombre es creación de Dios, por eso tiene que ser consciente de su pequeñez. Sin embargo, el Señor lo hizo a su imagen. Esta es otra razón por la que tiene en cuenta al hombre.
Versículos del 9-15
En la última parte del salmo, David habla de las familias que están en buen estado y se portan bien. Disfrutan de muchas cosas buenas, cuyas manadas y rebaños crecen y quieren vivir en paz y prosperidad. Estas son bendiciones otorgadas por Dios muy valiosas, y por las cuales quienes las tienen deberían estar agradecidas. Como ser feliz en comparación con otros que lo carecen de ellos. Y, por supuesto, especialmente aquellos que son bendecidos deben estar agradecido de conseguir gran fortaleza en su vida.