El salmo 4 es una oración de confianza y lamento que describe la lucha del Rey David. A través de los versos, proclama la bendición y la confianza del Señor mientras exhorta a los incrédulos y mentes débiles a confiar en el Señor, como verá a continuación:
Salmos 4
- Dios mío, tú que me defiendes, respóndeme cuando te llame. Me libraste cuando estaba en aprietos. Escucha mi oración y ten compasión de mí.
- ¿Hasta cuándo seguirán todos ustedes hablando mal de mí? Les encantan los chismes y se la pasan inventando mentiras de mí. Selah*
- Sepan que el Señor escucha a un fiel suyo. Por eso él me escucha cuando le pido ayuda.
- Tiemblen y dejen de pecar. Cuando se vayan a dormir, piensen acerca de eso que tanto les molesta y guarden silencio. Selah
- Confíen en el Señor y como sacrificio, hagan el bien.
- Mucha gente dice, «Ojalá alguien nos mostrara su bondad. ¡Señor, ten compasión de nosotros!»
- Señor, tú me has hecho sentirme más feliz que en los momentos de las mejores cosechas.
- En completa paz me acuesto y me duermo, porque tú, Señor, me das seguridad.
La idea general del Salmo 4 es mostrarnos cómo David aclama a Dios. Él lo conoce, sabe quién es y de lo que es capaz de hacer con su manto sagrado y gracia divina. Destaca la capacidad del Señor de escuchar a sus hijos y cuidar de ellos en los momentos de oscuridad. Busca comunión y ayuda, cosa se puede apreciar cuando dice: ‘ten piedad de mí, Dios, y escucha mi oración’.
El contexto en el que se escribió este salmo influye mucho en las palabras hermosas. Las personas se han aprovechado de David, tratando de hacerle daño. Él nota gente arruinando y manchando su nombre así como su reputación. Se siente cansado por los chismes y las calumnias que se hacen en su nombre, por lo que se encuentra agobiado preguntando cuándo terminará dicha situación.
Es ahí donde David muestra su inmensa confianza ante Dios. Sabe que, aunque a buenas a primera pareciese que Dios no escucha sus oraciones, el Señor ha apartado a los piadosos para su propio plan y camino. No existe tal como como una respuesta rápida o lenta, sino que forma parte de los tiempos perfectos del más grande de todos. Aún cuando podría hacerlo, David se compromete a no pecar. Ese es el trasfondo del salmo 4, un hombre que se siente agobiado y busca resguardo en Dios para dejarlo en sus manos.
Significado del Salmo 4
Muchas personas podrían analizar el significado del Salmo 4 como un lamento de un hombre que está atravesando momento de angustia. Mientras que otros lo verían como un salmo de alabanza, de un hombre que busca la iluminación del Señor. Esto se debe a que su contenido trata tanto de la confianza que debemos tener en Dios, como el de lamentarse por el sufrimiento. Los dos enfoques son válidos, ya que contiene un poco de cada uno.
A pesar de que David se enfrenta a riesgos peligrosos y un sufrimiento constante, sigue confiando en las palabras de Dios. Sin embargo, él es honesto con todo lo que está atravesando. No usa filtro para dirigirse a Dios, expresa su angustia tal como es, confiesa sus miedos y la posición en la que se encuentra. Llegando incluso a preguntar por qué no le responde.
Pero también expresa la relación que tiene con Dios, sabe que ya ha respondido antes y lo hará cuando lo crea necesario. Esta es una gran lección de que cuando aceptamos al señor y dedicamos nuestra vida a Él, nos responderá y solucionará los problemas que nos atormentan como lo crea indicado.
El significado del Salmo 4 es que no hay necesidad de temer cuando nuestro Dios está a cargo. Nos enseña a usar los lamentos como un signo de orientación y adoración a través de la oración a Dios. Si estamos sufriendo, no hay nada de malo en expresarlo, siempre que nuestras intenciones sean sinceras. Entendiendo que esto forma parte de su plan y no hay que desesperarse.
Análisis de los versículos del Salmo 4
Versículo 1-2. Estos dos versículos enseñan cómo nuestra relación con el Ser supremo no se encuentra exenta de temores y angustias, tal como sucede en cualquier tipo de relación. Por ejemplo con los padres. Ellos están ahí para amarnos y querernos sobre todas las cosas, y nosotros para deberle respeto, pero eso no quita la realidad de que hay momentos bajos donde los temores y la ira nos inundan.
El mundo se encuentra repleto de este tipo de sentimientos, y no hay otra forma de atravesarlos que tropezándose y aprendiendo en el proceso. Es algo que acepta David en los primeros dos versículos del salmo 4. Se encuentra enojado porque su nombre ha sido difamado y pisoteado, pero está bien estarlo, siempre y cuando no caigamos en pecado ni le echemos la culpa a Dios.
Versículo 3-4. Los siguientes capítulos expresan el amor firme que tiene Dios por nosotros, sus hijos, mostrándonos que siempre está allí para escucharnos. Incluso en el peor de los escenarios, donde las personas crean dificultades y barreras contra nuestra humanidad. En los momentos cuando nos sentimos confundidos, y no sabemos si podemos atravesar lo que nos impongan, es cuando Dios más se encuentra con nosotros. Sin necesidad de verlo o escucharlo, él velará por los hijos que lo dejan entrar en su corazón.
Versículo 5-6. Por último, el salmista nos ofrece un gran consejo. Dios es un pastor, y como tal, conoce a su rebaño. Pero el rebaño también debe buscar conocer a su pastor, guía y protector. Por lo tanto, una persona debe mantener una relación correcta con Dios, sin necesidad de temer al mundo o al futuro, ya que siempre que estemos a su lado, no pasará nada. Incluso cuando oramos y oramos y creemos que no hay respuestas. La realidad es que somos ovejas y debemos seguir las órdenes del Pastor, porque es la verdadera y única guía.