El salmo 50 es una oración interesante e instructiva que toca tres perspectivas interesantes: un juez, los juzgados y el juicio inminente que se acerca. A continuación, pasáremos a verlo:
Salmo 50
1
El Dios de dioses, Jehová, ha hablado
y ha convocado a la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2
Desde Sion, perfección de hermosura,
Dios ha resplandecido.
3
Vendrá nuestro Dios y no callará;
fuego consumirá delante de él,
y alrededor de él habrá gran tempestad.
4
Convocará a los cielos desde lo alto
y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
5
Reunidme a mis santos,
los que hicieron conmigo convenio mediante sacrificio.
6
Y proclamarán los cielos su justicia,
porque Dios es el juez. Selah
7
Oye, pueblo mío, y hablaré;
oh Israel, testificaré contra ti.
Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8
No te reprenderé por tus sacrificios
ni por tus holocaustos, que siempre delante de mí están.
9
No tomaré de tu casa becerros
ni machos cabríos de tus rediles.
10
Porque mía es toda bestia del bosque
y el ganado en mil collados.
11
Conozco todas las aves de los montes,
y todo lo que se mueve en el campo me pertenece.
12
Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti,
porque mío es el mundo y su plenitud.
13
¿He de comer yo carne de toros
o de beber sangre de machos cabríos?
14
Ofrece a Dios tu gratitud,
y paga tus votos al Altísimo.
15
E invócame en el día de la angustia;
te libraré, y tú me honrarás.
16
Pero al malo dijo Dios:
¿Qué derecho tienes tú de recitar mis estatutos
y de tomar mi convenio en tu boca?
17
Pues tú aborreces la disciplina
y das la espalda a mis palabras.
18
Si veías al ladrón, te complacías con él,
y con los adúlteros era tu parte.
19
Tu boca metías en el mal,
y tu lengua urdía engaño.
20
Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano;
al hijo de tu madre calumniabas.
21
Estas cosas hiciste, y yo he callado;
pensabas que de cierto sería yo como tú;
pero te reprenderé y las expondré delante de tus ojos.
22
Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios,
no sea que os despedace y no haya quien os libre.
23
El que ofrece gratitud me honrará;
y al que ordena su camino,
le mostraré la salvación de Dios.
Como se mencionó anteriormente, el salmo 50 se puede desglosar en tres apartados:
- Un juez, que en este caso es Dios, cuyo propósito es juzgar a todos por sus actos. Menciona un libro en el que quedarán guardados cada uno de los actos de las personas, así como las obras que hayan realizado.
- Los juzgados, que vienen a ser el pueblo de Dios, sus hijos y que se encontrarán cara a cara con la justicia divina. Los pecados que hayan realizado quedarán plasmados en un libro por el Juez.
- El juico que se aproxima. En este apartado se hace una alegoría importante a que las cosas buenas o las obras positivas que realicen no debe ser una ofrenda a Dios para quedar ante él como un ‘hijo perfecto’. Sino que tienen que nacer de tu propio corazón, sin la obligación dedicada a Dios de por medio.
Significado del Salmo 50
La religión falsa, así como la devoción, es un tema que se toca mucho en la biblia, pero sobre todo en el Salmo 50. Los profetas redactan a lo largo de las páginas cómo se vendrá un juicio hacia aquellos que afirman ser fieles, pero que en vida, en su día a día, no cumplan dichas afirmaciones. Por lo tanto, el salmo es una retrospectiva hacia el pueblo que vocifera actuar de una manera, pero en realidad hace otra cosa.
El problema se manifestó con mayor frecuencia en la aplicación de la ley sin una verdadera devoción de Dios o amor a las personas. Como cuando Jesús confrontó al pueblo por haber convertido la casa de Dios en un mercado para sus propios intereses, cuando le debían amor y devoción eterna.
A lo largo del salmo 51, el salmista prepara las bases para un tribunal en el que llama a los seres de luz en el cielo como testigos del juicio que se avecina. Luego Dios describe el problema, y es que la gente ha asumido que con sacrificios, han satisfacen la obligación. Cuando este en realidad no necesita ninguna ofrenda, sino obediencia eterna. Lo que busca es un ‘sacrificio’ honesto, que salga del corazón de las personas.
Posteriormente, Dios procede a describir los pecados del pueblo, como rechazar la instrucción divina, robo, adulterio, mal, engaños y calumnias. Por último, el Señor supremo realiza una advertencia a quienes lo han olvidado, para que sepan cómo lograr la salvación. Explica que si los sacrificios que se le hagan vienen directamente del corazón, entonces los recompensará con el don de la salvación.
En conclusión, es un llamado de atención a quienes han olvidado que han pecado y no buscan el perdón. A los que creen que con dar una ofrenda ostentosa saciarán la misericordia de Dios, cuando este solo busca una cosa, y es la sinceridad en el corazón de las personas. Es una excelente oración para reflexionar sobre qué es lo que le debemos entregar a Dios y cómo podemos conseguir la salvación.
Análisis de los versículos del salmo 50
Versículo del 1-4. A lo largo de estos versículos se deja en claro que Dios juzgará a quienes lo han olvidado y lo tomen a la ligera, también a los falsos religiosos que quieren solucionar su pecado con ofrendas automáticas. Estos han perdido el sendero de la honestidad y se han convertido en personas malvadas que expulsan de su boca palabras inmorales y que no dicen verdad. De igual modo, el Señor juzgará a los que son religiosos superficiales, que van a su ayuda solo cuando lo necesitan.
Por último, el salmo acaba con los preparativos para empezar el juicio a los malvados y mentirosos que se hacen pasar como fervientes seguidores. Notamos la furia de Dios hacia sus propios hijos, o al menos los que aseguran serlo y mienten. El juicio que todos estaban esperando empezará con Dios hacia su pueblo, analizando las verdades y mentiras, para finalmente tomar cartas en el asunto.
Versículo del 5-7. En estos versículos es cuando se convoca a los testigos presentes del juicio, además de anunciarse al juez, que no es otro que Dios. También se hace el citado a los juzgados, que es el pueblo, donde se anunciarán los cargos en contra, el pecado y el veredicto final del Señor supremo.
Versículo del 8-9. Se expresa perfectamente la moral de las personas, donde ofrecen a un animal a Dios como sustituto de sí mismo, simbolizando el fin de la misericordia. El propio acto del sacrificio mostraba que alguna vez las personas estaban con Dios, pero han olvidado el camino y el corazón no se encuentra limpio de mentiras.
Versículo del 10-16. La primera parte de estos versículos hace referencia al ganado disperso en los collados, el olvido, la desviación y otras alegorías a que han perdido el camino de Dios. En la segunda parte, el salmista describe el ritual de sacrificios como un concepto pago donde los dioses se alimentan de lo que su pueblo le ofrece.
Siguiendo con una explicación de que la única alabanza que se debe hacer es desde el corazón y no por medio de sacrificios para demostrar que pertenecen a Dios. Por último, Se recita una reflexión de las leyes de Dios y reclaman las promesas que su pueblo se niega a obedecer.
Versículo del 17-20. Se establecen las instrucciones que se deben seguir de acuerdo al octavo, séptimo y noveno mandamiento para ser salvados.
Versículo del 21-23. Dios ha terminado con las acusaciones y da su veredicto. Establece que el único camino al éxito es la senda de la alabanza. Todos estos capítulos demuestran el poder y la gloria divina, cosa que se sigue aplicando desde tiempos antiguos hasta ahora. Dejando claro que si dejamos al Todopoderoso fuera de nuestras vidas, entonces viviremos en rebelión eterna.