El salmo 6 más que una canción, es una oración de súplica emocional por un hombre desesperado que necesita la ayuda de Dios. En este escrito vemos los gritos al cielo de David una vez que ha sido quebrantado. A lo largo, notaremos su arrepentimiento del pecado cometido y lo importante que es Dios en nuestra vida. Tal como se lo mostraremos a continuación:
Salmo 6
1 Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues con tu ira.
2 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado: Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.
3 Mi alma asimismo está muy conturbada: Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
4 Vuelve, oh Jehová, libra mi alma; Sálvame por tu misericordia.
5 Porque en la muerte no hay memoria de ti: ¿Quién te loará en el sepulcro?
6 Heme consumido á fuerza de gemir: Todas las noches inundo mi lecho, Riego mi estrado con mis lágrimas.
7 Mis ojos están carcomidos de descontento; Hanse envejecido á causa de todos mis angustiadores.
8 Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
9 Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.
10 Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos; Volveránse y serán avergonzados subitáneamente.
El salmo 6, como muchos otros de la biblioteca de oraciones relacionadas con las alabanzas a Dios, es un escrito hecho por David. Este Rey a lo largo de su vida pasó por muchos momentos de alta intensidad, pero también de gloria. En este escrito vemos una de sus etapas más oscuras cuando se encuentra desesperado por la piedad. Ha cometido un pecado, y de inmediato confiesa cada uno de sus pecados cuando se encuentra arrinconado ante la furia de Dios.
Sabemos que Dios odia a los pecadores, y el mismo Rey entiende que el Señor tiene razón para enojarse y airarse. La vida que Dios pone a nuestra disposición es la de la bondad y fidelidad. Él nos otorga las bases y nosotros tenemos que obedecerlo. Es lo único que nos pide y es lo que tenemos que cumplir. Porque si no su ira será inmensa. Es en esto en lo que se basa el Salmo 6, cuando un hombre ha cometido el pecado y sabe que Dios vendrá por Él ya que no soporta las falsas promesas y mucho menos a los desobedientes.
Lo que David hace en aquél momento es algo que muchos a día de hoy no entienden. O no quieren procesar lo suficiente. Dios en nuestro pastor y con Él nada nos faltará. Pero si caemos en el pecado entonces será ofensivo para él. Lo correcto y lo incorrecto a menudo es algo subjetivo y puramente personal en lo que los individuos creen que es flexible dependiendo de las razones que tenga.
Sin embargo, nuestra propia percepción no es un motivo para dejar a un lado la razón de que Dios quiere que nos mantengamos en el lado correcto. Debemos vernos ante la luz de la perfección de Dios. Comparemos nuestras vidas con una pureza radiante en la santidad del señor. Si no lo hacemos, nos quedaremos corto.
Análisis del Salmo 6
Como bien se ha ido desarrollando, el Salmo 6 se encuentra en un contexto donde un hombre se está desmoronando poco a poco. Puede que nos veamos en ese espejo al sentirnos desanimados, confundidos y en graves problemas. Cuando pecamos estamos indefensos ya que Dios repudia a los pecados y cuando no está con nosotros entonces todo es desalentador. Es en este momento cuando nos preguntamos qué hacer y cómo volver acercarnos a Dios.
Pues bien, en este salmo se ve perfectamente qué es lo que David toma como opción para ser perdonado y huir del hoyo de arrepentimiento donde se encuentra. Clamar al señor por atención, amor y misericordia. Si bien el Señor odia a los pecadores, también posee una misericordia inmensa para perdonar a sus hijos más queridos. Así que esto es lo que hace David, clama a Dios por comprensión y le pide alejar su ira para que lo escuche. Para que entienda que su lamento es justo.
Sin embargo, la ira de Dios es justa, la disciplina de Dios es necesaria para que los hijos encontremos el verdadero camino. David en el salmo 6 lo sabe y por eso clama la compasión del señor. Después de eso, el salmista intensifica su súplica y pide clemencia porque se ha encontrado sin energía y su cuerpo no aguanta más. Le pide a Dios incluso cuando no lo merece. Con mucha ansiedad, y poco tiempo, es normal que al leer el salmo entendamos la angustia que hay de este hombre por ser perdonado.
En vista de lo anterior, David aboga por el amor infinito de Dios y la misericordia que no se agota. De hecho, es su último recurso ante tanta injusticia. Urge por una liberación del dolor y busca el calor que Dios le permite a su hijo tener. Ya que lo enemigos de David son numerosos, y también cargan de gran poder, necesita encontrarse con su único aliado. Y ese es Dios, que si bien sus enemigos se ríen en su cara porque sabe que se encuentra debilitado, el Señor es más poderoso que cada uno de ellos unidos.
Explicación del salmo 6
Versículo del 1-7
En la primera parte de los versículos del salmo 6 vemos la angustia y dolor que siente David al cometer el pecado. Se describe perfectamente cuando el salmista habla de los huesos en agonía o la angustia en que está el alma por no estar cerca de Dios. Vemos a David una conciencia erguida, y se desmaya por el dolor que el pecado le ha dado. En ocasiones, nosotros también nos sentimos de la misma manera. Llevando una culpa de los pecados que hemos cometido en nuestra vida.
Vemos a David en un estado bastante deplorable, con insomnio, en el que todas las noches lo que hace es nadar en su cama. La comprensión de estos versículos es que no puede conciliar el sueño por la culpa que lo está matando. Por último, también describe gran fatiga y que lo continúa golpeando dándole gran tristeza.
Versículos del 8-10
En la segunda parte de los versículos, el salmo 6 toma un cambio drástico donde David comienza con una plena confianza en que Dios apartará a sus enemigos. Aquí es cuando el salmista puede levantarse del lodo del pecado y luchar contra lo que lo está presionando en su contra. Lo que hace cambiar repentinamente es la confianza renovada en la esperanza de que el Señor lo alejará de todos los males.
No hay nada más poderoso que lo que se muestra en el final del estos versículos, y es que Dios escuchará nuestras oraciones y gritos si tenemos confianza plena en ello. David necesita ser disciplinado y reprendido por el Señor, pero Dios tiene que responder a nuestras súplicas de David. Así que es una lección que cuando nos encontramos alejados de Dios, igual tenemos que hacer una súplica para que Dios nos escuche y que el Señor reciba nuestras oraciones.